«Carolina, mi amada hija. Hoy, 2 de abril de 2021, estás cumpliendo años y es muy triste ver qué sigues ausente, que el enorme vacío y el sufrimiento, la incertidumbre continúa.

No puedo abrazarte, besarte; recuerdo ese día 2 de abril que por primera vez te tuve entre mis brazos y no dejaba de hablarte de consentirte. La felicidad me embargaba, eras tan frágil, tan pequeña y ahí entendí que una parte de mí formaba parte de ti y estaríamos unidas por siempre y conocí el amor más puro y verdadero.

Mi vida eres la fuerza que me impulsa a seguir adelante a luchar para alcanzar mi mayor anhelo, siempre, siempre te buscaré, te esperaré; pero sí un día regresas y ya no estoy, quiero que sepas que tu mamá siempre te buscó y reclamo. Exigió, gritó tu nombre, cruzó fronteras, te extraño, qué tus cumpleaños, mi cumpleaños, las navidades, los fines de año, los paseos con la familia, no eran lo mismo en mí. No existía la felicidad completa, en todos los momentos de mi vida existió el vacío de tu ausencia.

 

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_gallery interval=»3″ images=»5592,5593,5595,5596,5597″ onclick=»img_link_large» custom_links_target=»_blank»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Hoy, 2 de abril de 2021, han pasado 8 años, 11 meses; 3261 días sin ti mi vida. Hija de mi vida, te amo, te amo, me embarga la tristeza pero mientras tenga vida aquí estaré luchando, persistiendo».

Carolina Garzón Ardila, de 22 años, fue desaparecida el 28 de abril de 2012, en el sector de Paluco, en Monjas, ciudad de Quito.