René Vicente Valenzuela Sanchéz, actualmente de 68 años, desapareció el viernes 23 de abril del 2004 en la ciudad de Cuenca, provincia de Azuay cuando salió trabajar, fue lo último que se sabe de su paradero. Su hijo René Orlando Valenzuela sigue buscándolo, aún tiene esperanza a pesar de la negligencia e indiferencia del Estado ecuatoriano.
René Vicente Valenzuela es bajo de estatura con 166 cm, de tez trigueña, cabello negro y ojos cafés. Esta es la descripción que se difunde a través de redes sociales, pero tenemos que recordar que él no se debe reducir a sólo esa descripción o a una estadística más, René es un cariñoso, responsable y preocupado padre, un hermano, un hijo, un ser humano del que no se ha tenido noticias desde hace 18 años.
El caso: Actualización de hechos e investigación
Su hijo Rene Orlando recuerda que pagaba a los policías para las diligencias pertinentes, comida, transporte, documentos y tarjetas de saldo. Es un vivo recuerdo del caso pues él lo vió como una inversión para encontrar a su padre pero resultó ser que nada más se aprovecharon de él.
Según René, el hijo de Rene Vicente, los pocos avances señalan a Betty C. como sospechosa, con quien su padre salía antes de su desaparición. Ella tenía problemas con la familia de su expareja, debido a que el señor falleció en una situación extraña y su hermano amenazó con matarla.
Según investigaciones, dice Rene: “el cuñado de Betty habría asesinado a mi papá, la misma noche de la desaparición sería asesinado a las 23:30 la misma noche de su desaparición y luego sería enterrado por el sector de Los Tanques en la zona de tolerancia de Cuenca, esto sale en el expediente disponible en la fiscalía. Incluso Betty compró un arma y anda con guardaespaldas porque tiene miedo de que le hagan daño también”, todo esto se lo confirmó la fiscal de apellido Ledesma, a cargo de su caso el 28 de abril del 2022, se le indicó también que se debe realizar la excavación en el sector.
René dice en tono fuerte: “hasta ahora no han hecho nada, no tengo un agente o policía a cargo del caso, las investigaciones y acciones se han detenido. Desde que todo empezó, yo mismo tuve que hacer de detective, con mis amigos pude obtener papeles documentos e información.”
Para que la excavación suceda, depende de un documento que debe salir desde fiscalía hacia el municipio, los hechos del supuesto paradero de su padre fueron conocidos en el 2022 y hasta ahora en la fecha de publicación de esta nota el documento no ha sido emitido.
“Desde el 2022 no pueden enviar un escrito que es desde la fiscalía hasta el municipio que está cruzando la calle. Hay que tenerles pena ahora, pero solo les gusta figurar salir en las noticias, ya no tengo fé ni esperanza en el sistema. El día de la comparecencia con la comisión de justicia de la Asamblea Nacional, mi hermana tuvo noticias de la fiscalía, buscaban justificarse porque a pesar del tiempo señalaban las supuestas acciones que realizan.”
Un pedido de humanidad, de empatía
Le preguntamos a Rene, ¿Qué le pediría a la sociedad y al Estado frente a esta situación? Él respondió: “Ya les he pedido muchas veces que me ayuden, que hagan algo para dar con mi padre y saber lo que pasó. Las autoridades son insensibles a la situación, solo deseo que no les pase esto nunca; el tener que perder a un ser querido, y que las autoridades no les importe y hagan el mínimo posible a pesar de tener un sueldo otorgado por el Estado.”
René debe trabajar para poder mantenerse y vivir con su familia, a pesar de eso, se ha dedicado a estar detrás de las autoridades para que realicen su trabajo, implica tiempo, dinero y salud mental. La desaparición no debe consumir la vida de los familiares que son víctimas indirectas.
En los casos de desapariciones sin resolver la falta de recursos es una constante, los familiares señalan que desearían tener dinero para tener mayor difusión, alcance y una respuesta efectiva de los organismos del Estado. ¿Acaso a los ojos del Estado tener recursos económicos limitados hace que algunas personas no merecen justicia o seguridad?